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Foto del escritorCentro Neandi

El Diario de Sofía: ¿Cómo se logra?

¿Por dónde empieza la vida? Si empieza al nacer, ¿qué hay del significado de todos los nuevos comienzos? ¿Son estos comienzos sólo parciales inventos de los libros de autoayuda que nos motivan a sentirnos frescas, un nuevo día, un nuevo Sol (¿nuevo?), un nuevo despertar? “Hoy es el primer día del resto de tu vida” debe ser una de las citas más masticadas dentro y fuera de redes; en cajas de cereales, en bolsitas de té.


Al mismo tiempo, algo de verdad tiene, y no sólo contenido para mi cínica burla de este nuevo día de hoy, que aunque soleado y bello me tiene hasta el gorro de frustraciones.


Vuelvo después de unos días, dejé el escrito porque mi enojo no me permitió avanzar más. Siempre que expreso algo de descontento siento la voz de mi mamá: "oye, ¿pero qué te hicieron?". Justo esa voz, literal su mensaje como respuesta a uno de mis "tuits" hace años me llevó a salirme de tuiter. "Otro lugar ocupado por mi madre" y me fui. ¡Cuánto repelería mi mamá si supiera que estoy diciendo esto!: saldría rápido a su defensa y rápido a componerme.


Mi madre internalizada hace también un intento por componerme, y otro por justificarla. Creo que no es necesario, creo que todos entendemos que los papás no necesariamente son malas personas con malas intenciones, aunque en el camino nos hayan descompuesto en uno que otro funcionamiento cerebral.


Hace poco hablaba de lo generalizado que están las enfermedades mentales: las estadísticas de verdad que me dan pavor. ¿Quién nos va a salvar a todos cuando la humanidad haya caído en su detrimento mental?


No sé, mientras tanto haré lo posible por cultivar mi propia salud, es mi responsabilidad y mi deber no darles más trabajo a los médicos y curanderos, que ya bastante tendrán con casos mucho más agudos que el mío. Y me choca caer tan cerca de la lógica del sálvese quien pueda... como confirmando esa idea de que el ser humano es egoísta. Sigo sin querer creerlo, y sin embargo, aquí estoy, en mi casa, calientita, y no salvando refugiados de guerra, migrantes, o animales en cautiverio. En fin... se hace lo que se puede, ¿verdad?


Al pasar a corregir comas y puntuación en lo que está escrito arriba, mi juez, mi mirada, mi yo, reprueba absolutamente la actitud de la persona que lo escribió. Lo borraría… lo editaría… pero estoy aprendiendo a conocerme, a ser yo, a aceptarme; y no puedo lograr esto si sigo editándome hasta el cansancio. El gran reto de hacer las dos cosas: aceptarse tal cuál una es hoy, y enfocarse en ser mejor persona; una capaz de traer mayor bienestar para una misma y para los que la rodean. ¿Se logra?




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