Alguna vez te has preguntado ¿Esto que hago, es bueno? ¿Y si me estoy equivocando, no estoy haciendo las cosas bien? O ¿alguna vez dijiste: No haré esto porque no es correcto y me pueden juzgar o pensar que soy una mala persona', si es así te invito a que sigas leyendo este artículo.
Un juicio es una valoración u opinión que una persona hace acerca de algo o alguien con una clasificación de bueno o malo, verdadero o falso, correcto o incorrecto, todo esto con base en las creencias, experiencias y valores de cada persona. Es así como entonces una persona al nacer se desarrolla en un determinado contexto moldeando la personalidad y con esto la forma de percibir el mundo, al otro y a uno mismo.
Una vez dada esta explicación, puedes entender de donde provienen los juicios y cómo es que estos se forman dependiendo de la crianza, las creencias y el entorno en el que vive cada persona, pero ¿Cómo manejarlos?
Primero es importante que tengas claro de dónde vienen, es decir, si vienen desde la exigencia del “deber ser”.
Definir ante estos juicios ¿Cuáles son los pensamientos que tengo y que están generando en mí?, por ejemplo, decir “Es que yo tengo que tomar este proyecto porque si no significa que no estoy triunfando profesionalmente, y que no estoy teniendo éxito”
Finalmente cuestionarte ¿Qué me ocurre cuando me siento así? ¿De qué manera me afecta? Y posteriormente llevarlo poco a poco a la consciencia.
Es para nosotros importante recordarte que el problema no radica en tener juicios acompañados de pensamientos y sentimientos negativos si no el modo en el que reaccionas ante ellos y como es que esto puede volverse un factor de auto-sabotaje en la realización de metas o proyectos que te hagan feliz.
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