Cuando te das cuenta que tienes un Trastorno de Conducta Alimentaria no es fácil
abordarlo solo (a), por lo que el apoyo emocional de la familia es un agente clave para la
recuperación.
¿Cómo hablar con tus padres?
Compartir esta situación con tus padres, y tus sentimientos, puede ser difícil, sin embargo, tus padres pueden darte una nueva perspectiva, y pueden ayudarte a entenderlo o solucionarlo. Puedes sentirte preocupada, pero la mayoría de los padres apoyan y entienden. Por esto te compartimos algunos pasos para poder hablar con tu familia:
Busca un momento para acercarte a tu madre o padre e inicia la conversación diciendo: ¿Puedo hablar contigo? O llevo un tiempo sintiéndome mal y necesito hablar contigo.
Si te es difícil iniciar la conversación puedes escribir una nota o una carta.
Si te encuentras muy alterada, necesitas tranquilizarte para que tus padres puedan escucharte y ayudarte.
Si discuten mucho o no se hablan, puede ser más difícil pedirles ayuda, aun así, escoge un momento en el que no estén discutiendo para hablar, y puedes decir: “Necesito su ayuda, tengo problemas con la alimentación”, y habla de cómo te sientes.
Después explícales más sobre lo que te está pasando. Puede que en cuanto inicies la conversación, sientas alivio de poder expresar tus sentimientos. O tal vez no sepas como expresar tus sentimientos con palabras, solo intenta. Compartir un problema es mejor que guardártelo para ti mismo.
Después de hablar con ellos, tu o tus padres pueden concertar una cita con un especialista en Trastornos de Conducta Alimentaria y apoyarte mientras te encuentras en tratamiento. Si tus padres no creen que sea necesario que vayas con un terapeuta especializado en Trastornos de Conducta Alimentaria explícales el porqué.
Si tus padres no están en la disponibilidad de ayudarte, busca a otro adulto o profesional para que te ayude a hablar con ellos. Recuerda que siempre hay soluciones, lo importante es buscar ayuda.
Mtra. Nicte-Ha Barra
Photo by Julia M Cameron from Pexels
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